El enfrentamiento de octavos de final del Mundial de Qatar entre Australia y Argentina fue más complejo de lo que parecía en un principio.
La resistencia de los oceánicos fue férrea desde el pitido y antes de la primera media hora no permitieron ni un tiro al área. La marca sobre Messi estuvo bien y la presión surtió efecto, más allá de que tampoco se atrevieron a molestar a Dibu Martínez.
Hasta que el capitán se cansó del aburrimiento y se despejó el camino de la victoria para la Albiceleste. Quién iba a ser sino Lionel Messi el elegido para romper la defensa rival: un pase perfecto de Mac Allisetr le quedó a Otamendi, que logró abrir espacio al jefe y soltó un zurdazo tan cruzado que fue imposible para el portero Ryan.
Así fue la acción de la tranquilidad, a los 35 minutos:
Y cuando se esperaba una embestida australiana, lo que vino fue un error: el portero Turner se complicó bajo la presión de Julián Álvarez y mandó a salvar al joven atacante al 57. Así quedó el 2-0:
Pero justo cuando parecía que venía el tercero, el mal rechace de Fernández se quedó frente a Goodwin y su potente disparo rozó al propio Enzo para descolocar a Dibu y dejar el marcador 2-1, en propia puerta, en el 77:
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